Cementerio Alegre de Sapanta
El cementerio de Sapanta es uno de los lugares más pintorescos de Rumanía. Su alegre colorido se puede comparar con el Bosque Animado de Oma del artista vasco Ibarrola, en Vizcaya (España), o con las casas coloridas de Caminito, en Buenos Aires.
Concebir la muerte como algo alegre e incluso irónico no es habitual en las culturas europeas, donde el ritual de la muerte se traduce y asocia con momentos tristes. Por contra, el cementerio alegre de Sapanta (Cimiterul Vesel) produce a los ojos del turista una explosión de colores. Obra del artesano Stan Ion Patras, que después de la segunda guerra mundial dio vida a las cruces que presiden las tumbas. Sobre una base de madera pintada en azul con ornamentaciones florales, Patras dibujó escenas cotidianas de la vida del fallecido.
Así encontramos a agricultores, carpinteros, pastores, artesanas, entre multitud de escenas que representan algo simbólico o gracioso de la vida del muerto.
Una especie de lema nos explica (si conocemos un poco de rumano o si algún simpático paisano nos ayuda) momentos curiosos de la vida del retratado.
No nos cansaremos de sacar fotos, incluso de la pequeña biserica (iglesia) que preside el cementerio, que parece que vela por los «alegres» fallecidos de Sapanta.
La iglesia del cementerio preside algunas misas y pasar unos minutos en silencio dentro nos puede permitir ver algunos ejemplos de como es la gente rumana, sus costumbres y su folcore.
A la salida hay bastantes tiendas improvisadas de recuerdos, imanes, gorros típicos de Maramures, llaveros, algo de cerámica y muchos más productos relacionados con nuestra visita al Cementerio alegre de Sapanta.